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“El trabajo no se corta”

RELATOS / Economía Social

“El trabajo no se corta”

Osvaldo y Viviana

Él trabaja en el taller, con la máquina; y ella con el diseño y los números. Son pareja y socios en la imprenta. Creen en la capacitación como fórmula de desarrollo profesional. A lo aprendido en diseño y Photoshop a comienzo del proyecto quieren sumarle hoy una formación específica en gestión del tiempo. “A veces siento que algo estamos haciendo mal y no lo podemos definir. Si pudiéramos trabajar de otra forma lo haríamos, valorando más nuestros tiempos. El trabajo no se corta. Llegamos a casa y seguimos porque el trabajo hay que hacerlo”, cuenta Viviana. Hoy tienen dos empleados y un emprendimiento en marcha. “Yo siempre saco mi tarjeta donde quiera que esté. Así han aparecido nuevos clientes”, cuenta Osvaldo. Pero no todo fueron buenos momentos.

Cuando comenzaron, en 2001, tenían un tercer socio que ponía la máquina. “Un día golpean la puerta del negocio, que entonces era un local cuatro veces más grande que este y con una máquina mucho mayor.

Era un abogado que venía a llevarse la máquina del que entonces era nuestro socio. Estaba embargada. Nos partió en dos. Nos quedamos con un nene de dos meses y sin nada”. Su salida fue hacia adelante, gracias a préstamos familiares y al convencimiento de que tenían que seguir. “Nos mudamos a un lugar tan chico que nosotros veníamos en el turno de los fines de semana a trabajar porque no entrábamos todos. No teníamos máquinas así que tercerizábamos el trabajo en otras gráficas”. Recibieron un crédito de PROMUDEMI en dos ocasiones. La primera, en el año 2001, cuando arrancaron. Les costó mucho devolverlo pero lo lograron. “Dio pie para un segundo crédito. Deben haber evaluado que lo devolvimos. Se ve que hay gente que no lo hace”. El segundo fue concedido en 2008 pero no se concretó hasta 2013. Lo utilizaron para mudarse a un local mayor y comprar una máquina. “Hoy no pensamos en un próximo paso. Queremos afianzar bien este”.