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Liderazgo indígena – Timoteo Francia

RELATOS / Pueblos Indígenas

Liderazgo indígena

Timoteo Francia – Filósofo y dirigente qom

Muchas veces se dice: “vivo para mi pueblo y no vivo de mi pueblo”. Éste es el sentimiento de un indígena: frontal y sin rodeo. En la anatomía misma de los ideales, ése es el carácter del verdadero líder. No anda peleando por cosas pequeñas, prioriza más el pensamiento general y de la comunidad, y defiende su ideología política indígena. Ama a su pueblo y, por esta razón, está en el poder de su pueblo; en la política indígena

RELATOS / Pueblos Indígenas

Liderazgo indígena

Timoteo Francia

Filósofo y dirigente qom 

Muchas veces se dice: “vivo para mi pueblo y no vivo de mi pueblo”. Éste es el sentimiento de un indígena: frontal y sin rodeo. En la anatomía misma de los ideales, ése es el carácter del verdadero líder. No anda peleando por cosas pequeñas, prioriza más el pensamiento general y de la comunidad, y defiende su ideología política indígena. Ama a su pueblo y, por esta razón, está en el poder de su pueblo; en la política indígena. Dice: “el amor que le tengo a mi pueblo va más allá del entendimiento”. Su código personal se sujeta a las normas de con- vivencia, es decir, a su comunidad. Desde ya, por esa humildad que lo caracteriza -o por las lógicas indígenas-, el líder puede darse cuenta y cuando comete errores lo acepta y los corrige. A ciencia cierta, tiene un criterio prudente de las falencias y de las virtudes del comportamiento social, de la comunidad y la soberbia. Tiene retribución en las palabras  que señalan el sendero de la verdad.

Hay que destacar el amor que tiene el líder por su pueblo y la invocación de su guía divina, su espíritu protector para la defensa del territorio. Este elemento constituye la fuerza matriz cuando siente invasión y trae la esperanza para el bien común de sus miembros con la perspectiva de lograr una segura salvación a través de técnicas que fundamentan su habilidad y sabiduría.

Antiguamente, el jefe se reunía con la asamblea de ancianos para considerar casos de infracción a las reglas de convivencia. Hoy en día, el primer paso de la erosión de la integridad de la comunidad fue la introducción de la propiedad individual de la tierra. Los aborígenes se ven forzados a aceptar el nuevo sistema porque este sistema es el criterio para obtener subsidios y cultivos comerciales. El control de la comunidad de sus propios asuntos y los procesos resolutivos han sido seriamente socavados por la introducción de formas de gobierno, como líderes y representantes de la comunidad.

En nuestro caso, el Estado no prueba a los verdaderos dirigentes de las comunidades,  si lo hiciera nadie se sentiría solo en la administración porque el verdadero pueblo trabaja y piensa en conjunto, coordinándose en equipo. Conocemos a los que trabajan para su pueblo, quienes apuestan al progreso recurriendo a todos los derechos para que los integrantes de la comunidad gocen de dignidad en el trabajo, en la salud, en la vivienda, privilegiando a la juventud con una educación igualitaria.

La espiritualidad es uno de los tres grandes elementos de la vida comunitaria. Para referirnos al tema de los líderes lo hacemos remitiéndonos a la parte espiritual. Hay mitos, cuentos, danzas, cantos, lugares sagrados y nos acercamos a la persona del chaman o pi’ioxonaq y al cacique u oiquiaxai en otros tiempos. El chamán puede tener muchos o pocos poderes de acuerdo al carácter de su persona, lo mismo vale para el cacique. ¿Cómo se obtienen estos poderes? Es a través de la aflicción, de la preocupación por su pueblo y, por consiguiente, por el atropello a su comunidad. Esta situación de constricción le hace traer a la presencia a un espíritu invisible y poderoso para hacer un pacto. Luego de este convenio, viene la instrucción para el líder quien administra su poder sobre su pueblo. Lo convierte en un hombre fuerte, hábil, sabio y competente en el lugar que actúe y de acuerdo a las circunstancias. Cuando muere, su cuerpo físico se desintegra y desaparece, mas sus compañeros quedan vagando en los territorios que recorría cuando estaba en vida palpable.

Ese espíritu o compañero queda pegado con ese poder y se refugia en los montes y campos transformado en vigilante o cuidador invisible del lugar. Con los siglos puede llegar a hacerse ver en animales (por ejemplo, tigre y león). Por eso, lo sagrado es nuestro antepasado, porque tiene que ver con nuestros hermanos, con nuestra familia. Para nosotros, la palabra “poder” está contenida en la sustancia de la cultura misma, es la esencia o naturaleza del aborigen basado en la sabiduría, conocimiento y espiritualidad. Vemos la capacidad y el valor cuando el individuo mantiene sus características y principios culturales.

 

-Material seleccionado del libro: Reflexiones Dislocadas junto a Florencia Tola. Editado por la UBA y RUMBO SUR.